Ayer, 25 de diciembre, fuimos al cementerio donde están mis
abuelos, a los cuales no conocí, los que murieron muy tempranamente y los que
dejaron a mis abuelas sacar adelante a sus 5 y 6 hijos. Ninguna de mis abuelas
se volvió a casar, se dedicaron completamente a las personas que más aman en su
vida. En parte lo entiendo, sentir ese compromiso bonito hacia algo por lo que
darías la vida. ¿Qué hubiera sido de mis padres y mis tíos si sus papás no se
hubieran muerto? ¿O de mí si hubiera conocido a mis abuelos? Supongo que ellos
se habrán hecho esa pregunta más de una vez.
Yo no le tengo miedo a la muerte, le tengo indiferencia o
algo así, supongo que trato de pensar lo menos que se pueda, pero pienso más
seguido en ella que la mayoría de las personas, supongo. Por eso trato de que
no me quiera tanta gente para no hacerlas sentir tristes si algún día me voy, o
más bien me dedico a odiar con más minuciosidad. Puedo contar con los dedos de
las manos a las personas que quiero y me quieren incondicionalmente.
Alguna vez alguien dijo que Dios nunca te manda cosas que no
puedas soportar, nadie muy querido se me ha muerto y estoy segura que me
costaría muchísimo, superar y resignarme a algo así. Poco a poco siento que me
voy haciendo fuerte por muchas razones que voy viviendo, pero no tanto porque
la vida me esté golpeando con la delantera de su auto por diversas razones.
Hay que querer mucho.
A veces es bueno ver que hay atrás de esas personas que
queremos mucho, pero no hay que asomarse mucho, pa’ qué. No hay más que valorar
cómo han sido con nosotros y las cosas buenas que vemos de ellos para otros. Si
de algo puedo presumir, es que solamente amo con todo mi corazón a personas
buenas; que no le hacen daño a nadie, que realmente valoran a los que están a
su alrededor y que ayudan y dan sin preguntar por qué ni mirar para quién; que
perdonan si alguien les hizo daño y pueden seguir así. Eso es lo único que yo
no tolero (bueno, una de las tantas cosas que no tolero) tal vez por eso quiero
a muy poquita gente, por ejemplo, tal vez yo te quería, pero le hiciste algo a
alguien que amo incondicionalmente, la lastimaste, y a pesar de eso, esa
persona, que amo incondicionalmente, te disculpa o perdona y eso que nisiquiera
le pediste perdón, automáticamente quedas eliminado de mi lista de persona que
quiero (no incondicionalmente, claro) y pasas a ser una persona con la que
tengo que convivir (o no), o que realmente odio pero no se lo puedo decir, me
revienta las pelotas esos que no agradecen las atenciones y la existencia perfecta
de las personas que amo incondicionalmente y se aprovechan en algún momento y
las lastiman. Por eso no pierdo ocasión
para decirles que las amo.
Uno nunca sabe a detalle por lo que han pasado todos, en
especial la gente que amamos incondicionalmente, es muy difícil conocer a las
personas en general, no son solo ellos mismos: son lo que comieron, la ciudad o
el pueblo en el que crecieron, los juegos que jugaron de niños y las cicatrices
de sus rodillas; las historias y cuentos que leyeron; las escuelas en las que
asistieron donde pudieron ser felices o infelices; las nalgadas que les dieron
y el objeto con el que les pegaron (el cayuyo que es con lo que le pegan al
caballo para que avance, fue uno de los míos); las calificaciones de sus
boletas; los diarios que escribieron (que sus mamás leyeron); las enfermedades
y operaciones que tuvieron; las personas que les rompieron el corazón; las
lágrimas que lloraron; las personas que perdieron; el Dios en el que creyeron.
Solo se puede conocer a éstos hombres y mujeres si verdaderamente eres uno de
ellos.
Con alguno puede ser un poco diferente, cuando te enamoras
enserio, por ejemplo, llegan a conocerse más, realmente. Eso lo califico como
lo mejor de la vida. Como dijo Carl Jung “El encuentro de dos personalidades;
como el contacto de sustancias químicas, si hay reacción, ambas se
transforman”. Todos sin saberlos andamos en busca de ese cuadrito de la tabla
de los elementos químicos que transforme nuestra vida. Llega, tal vez tarda,
pero siempre llega. En mi caso, ya está aquí. Soy feliz.
Que bonito escribes :)
ResponderEliminarSoybienmarvel